lunes, mayo 06, 2013

SOMBRAS, VOCES


Esa mujer pasa caminando a mi lado, sin mirarme. Pero su sombra es la tuya, la reconozco y te llamo.
La mujer se detiene y me mira con curiosidad.
-No te conozco.
-Pero sos Amalia.
Niega con la cabeza, nunca ha sido Amalia.
-¿Por qué te detuviste, entonces?
Sonríe, sabe o intuye que no estoy ensayando un ardid para entablar una conversación.
-Tu voz- me dice. –Reconocí esa voz.
Nos miramos largamente. Podríamos conocernos pero preferimos seguir nuestros respectivos caminos.
Sombras y voces andan por la ciudad, caminan detrás de extraños, nos buscan.

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