viernes, mayo 24, 2013

AUTOS ANTIGUOS

Guardé los versos de tus quince años cuando yo apenas tenía catorce. Te veía tan lejana entonces, tan mayor, tan de abofetearme con tu risa, de señalarme a tus amigas como a una mascota cargosa.
Soñaba con estar a tu lado y declararte mi amor eterno. Nunca habíamos hablado ni habían estado nuestros cuerpos a menor distancia que una vereda con sus sombras y perfumes.
Hoy encontré en un arcón los versos que publicaste en la revista de la escuela, la que armábamos en tercer grado con cuentos y poemas de todos, los nosotros de hace cincuenta años.
Salí luego a la calle, repitiéndolos, casi cantándolos.
Un auto dobló desde la esquina y se acercó despacio. Un auto antiguo, un chevrolet enorme y pesado, una antigüedad que, como otros peatones, me detuve a ver pasar.
Allí ibas, te llevaban quién sabe a dónde y recordé la epidemia de polio de la década del ´50, los llantos, tantas maldiciones y preguntas que Dios nunca respondió.

Alguien a mi lado comentó que aquellos eran autos, los de antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario