domingo, octubre 30, 2011

ENCUENTROS Y TRAICIONES


Qué habría dicho el ingenioso hidalgo si en el indefenso molino de la llanura castellana se hubiera topado con la Maga. Qué le habría dicho Oliveira a Sancho si lo hubiera encontrado frente a una expendedora del metro, rascándose la cabeza y preguntándose cómo diantre funciona esto. Quién, en el futuro sin sombras del mundo alucinado que se nos viene, acunará a Rocamadur, apaciguará su llanto y escribirá en el cielo de una rayuela a la que Antonio Muñoz Molina no alcanzó a subir porque el otoño, ese traidor, lo alcanzó en Lisboa.

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