sábado, junio 04, 2011

PEQUEÑOS VAMPIROS INOCENTES


Cuántos, como pequeños vampiros inocentes, alimentan el vacío con vidas de plástico tomadas de revistas y programas de la tele. Se nutren, cada día, y salen rozagantes a sus oscuras oficinas –en la mayoría de las cuales no entra la luz del sol.
No los persigas con las estacas de tu soberbia, no los denuncies como cómplices descerebrados de la explotación capitalista, no pretendas que “tomen conciencia” de nada para apoyar tus diferentes revoluciones, tus acampadas e indignaciones. No lo lograrás, parece que están vivos pero se engañan y te engañan, parecen zombis pero ni siquiera, porque tampoco han muerto. No son buenos ni malos, el alma con la que nacieron les fue arrebatada con el chirlo en las nalgas que los ayudó a respirar para después hundirlos en el río sagrado de la asfixia.
No los critiques ni los persigas. Mírate al espejo y, si ya no te reflejas, quizás seas otro pequeño vampiro inocente mutando hacia la nada que precede a toda revelación.

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