viernes, marzo 18, 2011

FINAL

Llego a una ciudad que no es la mía, cansado de un largo viaje nocturno. Me echo en la cama del hotel y enciendo la tele, buscando alguna noticia sobre la tragedia de Japón. Hay por lo menos media docena de canales dedicados durante 24 horas a la difusión de noticias. En uno de ellos, una cantante que supo ser un “hit”, brilla hoy por denunciar que le afanaron 60 mil mangos de su casa. En el otro canal de noticias, la misma cantante avejentada, las mismas declaraciones. La escena se repite en el resto de los canales de noticias.

No me cabe ya ninguna duda: he viajado toda la noche para llegar a ninguna parte. El mundo por fin se ha terminado.

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